Durante estos últimos meses, y como consecuencia de la pandemia, nos hemos visto obligados a trabajar desde casa. Esto ha sido algo nuevo para muchos de nosotros. Tuvimos que aprender a movernos dentro una nueva realidad. Todo era nuevo, especialmente la forma de interactuar y de coordinarnos con otras personas, equipos y empresas, etc.
Mientras interactuábamos en este mundo digital mediante videoconferencias, correos, chats y documentos compartidos, nuestras empresas también vivieron grandes cambios. Se incorporaron nuevas personas, otras se marcharon, se acometieron nuevos proyectos, se produjeron fusiones, adquisiciones, reorganizaciones y nuevos nombramientos. ¿Hemos podido llegar a conocer a las personas nuevas?
Ahora tenemos la oportunidad de volver a la oficina. Rápidamente hemos sopesado las ventajas y los inconvenientes del trabajo presencial y del teletrabajo. ¿Cuál es el mejor para nosotros? ¿Y para la empresa? ¿Cuáles son las diferencias profundas entre estas dos maneras de trabajar?
La diferencia abismal entre una y otra es la capacidad de interactuar en vivo, sin filtros, con las personas. Ahora, al volver a la oficina, nos interesa volver a descubrir lo importante que es el cara a cara en las relaciones personales.
Otra diferencia es la recuperación de lo que llamamos el tercer espacio, escenario ideal para la comunicación con nuestros clientes, equipos, proveedores, etc. Es necesario volver a aprender a trabajar en el tercer espacio y recuperarlo.
Si llamamos primer espacio a nuestro hogar, y segundo espacio a los momentos y escenarios clásicos que ponen las empresas a nuestra disposición, ¿qué constituiría el tercer espacio?
El tercer espacio es cualquier momento o lugar en el que interactuamos sin agenda, sin más reglas que la cortesía y el interés común. Tercer espacio es el comedor de la empresa, la sala de espera que ocupamos antes de una reunión, el viaje en taxi cuando vamos a visitar a un cliente o el partido de fútbol que jugamos con nuestros compañeros.
Aunque el Teatro y la vida real son dos cosas diferentes podemos usar técnicas teatrales para
conocer mejor a nuestros interlocutores
aprender a escucharlos
recibir, valorar y aprovechar sus ideas
La parte práctica del curso está basada en una de esas técnicas, la improvisación. Mediante ejercicios de improvisación los asistentes aprenderán a conocerse, a escucharse mejor, y a disfrutar más de las interacciones en el tercer espacio.
Las consecuencias son la cohesión de los equipos y el refuerzo del sentido de pertenencia.
Presentación de asistentes y profesores
Sesión teórica
Situación creada por la pandemia
Definiciones de primer, segundo y tercer espacio
Trabajar en casa y trabajar en la oficina: ventajas e inconvenientes de ambos formatos
El Teatro y la vida
El Teatro no es una presentación
Equipos y elencos: Ejemplos de ejercicios
Teoría de la improvisación teatral
Sesión Práctica
Ejercicios de improvisación teatral
Explotación del resultado de los ejercicios